Luna Menguante a Luna Nueva
Los días se vuelven mágicos, entre pedidos casi imposibles para mí porque definitivamente calcular las medidas en el aire es de las cosas que más me cuestan, aunque la pasión y la paciencia en cada lazada es lo que naturalmente sale.
Encuentro espontáneo entre Benja y las Mellis, las curiosidades y la suavidad, esa energía detenida en el tiempo, de la emoción de encontrarnos a bajar la voz respetando el sueño del bebé.
Los desafíos se presentan y a concretar sueños me llaman, como en el 2013 salimos al ruedo con los títeres y la granja.
Esta vez es en Montañita y no en Rosario, esta vez hay niños de desarrollo común y no autismo, esta vez nace espontáneamente "Rosita" y ya no es "Robertinho" quien lleva la voz de mando y me invita a jugar, a intentarlo una vez más, con muchas cosas por corregir pero con el mismo entusiasmo y amor de siempre.
El arte me encuentra, sana y une para que siempre confíe en las sincronías y en que todo es posible
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