miércoles, 10 de febrero de 2016

Puno que me a puno …


…  en donde las monedas todavía valen.

17 de diciembre a 20 diciembre 2015




No sé si fue el sabor amargo de Bolivia, o que realmente los hermanos peruanos vibran otra energía.
Llegamos a Puno en patota, con el lindo grupo que se formó en la Isla del Sol, desde Copacabana a Puno por estar con los Argentinos mas caraduras nos salió de 80 a  tan solo 36 bolivianos, y en 20 minutos estábamos en suelo Peruano. ¡Qué felicidad!
Nos hospedamos en el Vargas Inn por recomendación de Edgar el señor del Tour Perú que desde el micro ya nos asesoró sobre Puno; por la doble pagamos 40 soles y además nos sugirió que conozcamos las Islas Flotantes de la Comunidad de los Uros, por unos simples 20 soles. Es un placer tener otra vez las comodidades habituales que habíamos casi olvidado después de 4 días sin parar de viajar; pudimos ir al baño, ducharnos, tener internet y hasta televisión! Por favor! que divino y menos mal porque nos pasamos casi cuatro días tirados en la cama, la altura nos tumbó; salíamos a caminar por el centro, desayunábamos en el mercado riquísimos licuados especiales y sandwichs de quesos por tan solo 26 soles pero  inmediatamente después  volvíamos a la habitación, porque  nos faltaba el aire, teníamos dolor de cabeza y nos sentíamos cansados, muy cansados, de no hacer nada ¿¡?! …

Me llamó la atención qué católicos y devotos cotidianos de la religión, no sólo había hermosos, enormes pesebres por la fecha cercana a Navidad sino que en  cada ingreso al Mercado Central existían imágenes de Virgenes rodeadas de sus velas y de los visitantes habituales rezando delante de ellas. 
Nos quedamos en la linda ciudad de los grandes mercados, hasta el  domingo, que nos fuimos con  destino Juliaca  a encontrarnos con  Lucho, nuestro dedo en Renault 12 hasta Colombia …







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