De la indecisión, a la firme decisión de salir de Angastaco
Salimos a ruta a las 8 am a hacer dedo desde Cafayate a donde sea... pero bueno, fue literal. Después de 24 minutos de espera y con dos amigos en viaje nos subimos a la chata de Hector. Nos rompió el corazón la mirada de la negra, la perra que nos acompañó y cuidó toda nuestra estadía ahí, hasta el ultimo momento en que nos fuimos.
Divina la ruta 40, hicimos tantos chistes de que nos iba a dejar en el medio de la nada que lo terminamos decretando! Nos bajó en Angastaco un pueblo que queda a 84 km de Cachi y a 35 km de Molinos, tan amable que por lo menos había un árbol; no pasaba ni un auto con destino a Cachi y los que se veían volvían a Cafayate "Retroceder nunca, rendirse jamas" ... Frank aprovechó a ir al "baño" y yo a dormir siesta, en donde sea...
A las 14 hs, se acercó un muchacho (creemos que era el sobrino de Hector, ahi esta el negocio) y nos ofreció llevarnos a los cuatro por $600, lo que no sabia es que eramos seis. Después de dos horas de camino, en donde cada kilómetro se hace interminable, llegamos al camping municipal, nuestra nueva casa.
Esta vez somos cuatro, armamos campamento y salimos a recorrer. Hermosos paisajes, lindo pueblo del silencio, en compañía de Maxi (Rosario) y el Pela (Anibal, Bs As) se nos hizo mas llevadero el recorrido.
No tardamos en darnos cuenta que no íbamos a lograr mucho en estos días, ya que es temporada baja y cambio de gobierno, así que ... cualquier servicio disponible deberá volver en enero.
Metimos caminata, nos perdimos pero esta vez no hubo magia, casi nos sacan a escopetazos. Nos dijeron que había visitas de ovnis, salimos por la noche pero tampoco tuvimos suerte. Siempre bien acompañados por nuestros amigos de cuatro patas; el negro, el rengo, la chiquitina y el lobo .
El sábado a las 7 am estábamos haciendo dedo los cuatro, después de tres horas sin buenos resultados nos dividimos. Nos quedamos con Frank acompañados por el negro y la chiquitina. Al mediodía decidimos que seguiríamos ahí hasta que pasara el micro a Salta a las 15 horas, con sol y nada de ayuda, la paciencia se estaba agotando. Paró un auto, un señor pelado que nos ofrecía llevarnos pero por $200 pesos, vale aclarar que el micro sale $240 los dos (nunca entendió el mecanismo de llevar a la gente de onda). Inmediatamente paró otro auto, Frank fue entregado creyendo en otro chanta pero ... los ángeles todavía existen... Y a nosotros nos tocaron tres divinos!
Después de ocho horas de dedo nos subimos al auto con mas onda y buena vibra de todo el norte argentino, viajamos cómodos con Carlos , Paula y Kei ... que no seria la ultima vez que nos veríamos
Cuesta del Obispo con los mejores! |
Moraleja...
... no siempre lo que crees : es... pero mientras tanto se ejercita tu capacidad paciente porque sucede lo que conviene
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