Ciclo de Cuarto Creciente a Luna Llena
Nuestras mañanas compartidas en el patio del hostel y las tareas de Jardinería son la mejor combinación, son días de jornadas largas que se disfrutan muchísimo, sobretodo cuando sale el sol, todo lo cambia.
Trueque
Lo mejor es que el día libre realmente sentimos que estamos viviendo en viaje, sale dedo con los vegetales y las frutas de compañía y llegamos a Puyo. La idea era parchar pero llegamos y era un gran movimiento así que decidimos movernos a la puerta de la Selva. Nos indicaron una comunidad que quedaba por una ruta alejada, cuando estábamos esperando el bus sin saber muy bien a donde ir, apareció como por arte de magia nuestra guía.Ella nos oriento hacia su comunidad, quienes estaban listos para recibir a un grupo de turistas que vendrían en un rato. Mientras tanto casi sin pensarlo estábamos sentaditos los dos, recibiendo bebidas tradicionales, bailes típicos y pintura en la cara. Frank fue hasta el río y ellas me llevan a mi a una carpa en donde tenían toda su arte en un espacio apartado, nosotros sin mucha moneda pero una mochila llena de tejidos.
Es difícil para mi explicar lo cómoda que me sentía entre mujeres, tal es así que hasta me quite la Blusa que llevaba tejida por mi, para que se probaran. Finalmente una de las ñiñas mas grandes eligió mi modelo Top Arco Iris, que canjeamos por un aro de pluma y una sangre de Drago .
Frank vuelve a buscarme y ante la sorpresa, en pocos minutos nos despedimos, sin encontrar el hilo natural que veníamos a buscar, nos llevamos mucho mas! Rápidamente salimos de la comunidad a la ruta alejada a tomar el ultimo bus que nos devolvería a Puyo, en silencio (o no tanto) oímos de los mejores sonidos del mundo: la selva
y en un mismo día
Una vez que estuvimos en el camino a casa, la lluvia era incontrolable, una cola de vehículos detenidos, esperamos algo así como 40 minutos arriba del bus y el comentario era que había que pasar la noche hasta que vinieran a trabajar los de rescate.
La decisión fue inmediata, bajamos del bus y nos lanzamos a cruzar, todo a oscuras, lo único que se sentía era el agua correr y a poner mucha atención en donde pisar. Por suerte, con una luz me alumbra, mientras me va indicando como seguir. Yo soy un impulso intuitivo sin tomar dimensión de lo que realmente estoy haciendo. Confío!
Cruzamos y la cola de vehículos seguía! había que caminar hasta casa como "mil kilómetros" , o hacer dedo. En mi desesperación le hice dedo a un taxi, que por suerte, nos dejo en el centro de la ciudad y de ahí si caminando a casa que eran pocas cuadras.
Finalmente llegamos y la ducha era de agua caliente! Esos días mágicos que quedan por siempre en mi.
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